¿Qué hay más flipante que meterte en una jaula y tener a un gran tiburón blanco a milímetros de tu piel?
Pocas cosas.
Lo había visto mil veces en documentales pero, cuando eres tú el protagonista, todo cambia. No es lo mismo verlo desde el comfort de tu sofá que vivirlo en primera persona.
Después de varios intentos frustrados por el mal tiempo, por fin llegó el gran día. Era nuestra última oportunidad, pues después la ruta nos alejaba de los puntos adecuados. Todas las compañías habían cancelado las excursiones para ver al gran blanco menos una: Great White Shark Tours.
Te reúnen a eso de las 9 de la mañana para un desayuno y te dan un briefing sobre lo que pasará. El cuerpo empieza ya a ponerse a tono y notas un nudo en el estómago que antes no estaba ahí...
Te montas en el catamarán y te llevan mar adentro. En nuestro caso estaba nublado y se movía bastante pero, consciente de que era o entonces o nunca, me presenté voluntaria para entrar en el primer turno, para meterme en la jaula...
Nunca lo olvidaré. Nunca olvidaré ese primer grito de "ahora ahora ahora" y ese tiburón de cinco metros, hermoso, pasando a unos centímetros de mis ojos, apareciendo de repente... Aun se me ponen los pelos de punta, se lo recomiendo a todo el mundo.
Bello.
(de uno de mis rincones de minube_ http://www.minube.com/rincon/buceo-con-tiburones-a865471)
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