Si te dijera que por 5 euros puedes ganar un fin de semana en Berlín para dos, ¿qué me dirías?
Con esta frase fácil, puro y descarado gancho, abordo estos días a amigos y conocidos incitándolos a la compra de unos boletos para un sorteo. Esta casual labor comercial se debe a que unos amigos que quiero y admiro están montando un evento muy bonito, un Carnaval Solidario y mi granito de arena consiste en recaudar fondos a través de las papeletas de la buena fortuna (el premio, como no, es un viaje). La iniciativa/evento, con puesta de largo el próximo 9 de febrero en el Hotel Valparaíso de Palma, se puede conocer aquí y me ha servido de inspiración para hablar sobre un tema cada vez más en auge: el de los viajes solidarios.
Noooo- le dije intrigada.
Así es como me presentaron a Trip Drop, quienes tienen claro lo que son y se definen así:
Trip-drop es el puente que busca conectar al viajero con una experiencia distinta de viaje: tener la oportunidad de vivir el lugar desde el contacto con su gente. Para ello publicamos las NECESIDADES y DIRECCIONES de lugares como colegios, orfanatos y ONG en todo el mundo.
Si viajas a alguno de los lugares proporcionados por la web, puedes llevarles exactamente lo que necesitan. Del mismo modo, si durante tu viaje detectas alguna necesidad que otros viajeros podrían cubrir, ¡envíanos la información!
Bonito y útil, ¿verdad? Porque todos queremos ayudar pero, muchas veces, no sabemos cómo.
MI EXPERIENCIA: MOZAMBIQUE
Esa fue la sensación que tuvimos durante nuestro incursión, años atrás, en Mozambique. Madre mía, ¡qué país tan pobre! Y uno no dejaba de pensar: ¿y cómo puedo ayudar? Después de mucho observar sus rutinas, tanto allí como en Suazilandia y otras tantas paradas de la ruta, llegamos a una conclusión: que lo que necesitaban eran bicis para evitar recorrer esas grandes distancias a pie y paliar la constante peregrinación. Un melancólico flujo de seres pareciendo dirigirse a ninguna parte. Sin embargo, esa fue nuestra conclusión casera, ¿acaso válida? Y ahí es donde entra en juego Trip-drop, echándote una mano para ver si tu ayuda es lo que realmente los destinatarios esperan y necesitan.
UN CASO CONCRETO: BAMBA PROJECT
Cada vez son más los amigos que le dan un giro nuevo a sus escapadas. Eugenia, María José o Alfonso son nombres que acumulan experiencias viajeras en universos lejanos que se visten de generosidad. Dos de ellos han seguido los pasos hasta África de www.bambaproject.org, una ONGD con sede en mi ciudad cuyo objetivo es "erradicar la pobreza en el poblado de Kabarnet (Kenya) a través de proyectos de desarrollo como el fomento del turismo sostenible, apadrinamiento de niños huérfanos y la realización de talleres audiovisuales y de uso de nuevas tecnologías". En definitiva, gente con cara y ojos que ha volcado su alma en ayudar a Kenia. La realización de un sueño que transforma a quién lo toca, pues he visto como estos amigos han vuelto sincera y profundamente marcados por sus vivencias. Y yo no puedo más que aplaudirles por ello.
Porque viajar no es sólo empaquetar, volar, comer, visitar y dormir. Porque hay viajes en los que un pedazo de ti cambia el mundo. Es lo que llaman turismo responsable, ¿no?