VIAJE
TAILANDIA Y LAOS
19
días de ruta por ambos países. Autora: Marita A
Del
25 de octubre (martes) al 12 de noviembre (sábado) de 2011
Datos útiles
Moneda
Ambos
destinos son muy baratos.
Tailandia.
La moneda local es el Baht (THB). El tipo de cambio rondaba 41.44 por 1 euro.
Por
50 €, por ejemplo, me entregaban 2.072 THB.
Laos:
Kip. Tipo de cambio poco estable.
10.000K=1
euro.
Vuelos y costes
Vuelo Madrid- Bangkok: 670 €
|
Vuelo BKK- Chiang Mai 134,66 € (2 pasajes)
|
Vuelo Vientián- BKK: 240,10 € (2 pasajes)
|
Vuelo BKK- Krabi: 110,31 € (2 pasajes)
|
Ruta
25 OCT Día 1: Madrid- Bangkok. Salida 13:00h.
Día en ruta
26
OCT Día 2: llegada a Bangkok. Hora: 06.05h
27
OCT día 3 Bangkok.
28
OCT día 4 Bangkok. Vuelo a Chiang Mai.
29
OCT día 5 Chiang Mai.
30
OCT día 6 Chiang Mai.
31 OCT Día 07 Día en ruta hacia Laos. Parada en Chiang Rai.
Noche en Huay Xay (Laos).
01 NOV día 8 Laos. Día de travesía en barco por el Mekong
hacia Luang Prabang. Noche en Pank Beng.
02 NOV día 9 Laos. Día de travesía en barco por el Mekong.
Noche en Luang Prabang.
03 NOV día 10 Laos. Luang Prabang.
04 NOV día 11 Laos. Luang Prabang. Autocar nocturno a
Vientián.
05 NOV día 12 Laos. Vientián.
06 NOV día 13 Laos. Vientián.
07 NOV día 14 Laos. Vuelos Vientián>Bangok> Krabi>
Ferry a Phi Phi. Noche en Phi Phi.
08 NOV día 15 Ko Phi Phi.
09 NOV día 16 Kho Phi Phi.
10 NOV día 17 Ferry a Krabi. Noche en Krabi.
11 NOV día 18 Vuelo Krabi>Bangkok. Día en Bangkok. Esa
noche, vuelo a España.
12 NOV día 19: Vuelo Bangkok- Madrid. Salida:00.05h/ Llegada
07.45h.
Introducción
Elegimos
viajar a Tailandia porque nos apetecía hacer una primera incursión en el
sureste asiático y pensamos que era mejor empezar por la opción más light y turística, para en futuros periplos
adentrarnos en tierras más vírgenes y menos explotadas y no al revés.
Los
vuelos directos desde Madrid a Bangkok los compramos con bastante antelación,
el 24 de marzo, a través de la página web de la compañía (www.thaiairways.com)
y nos salieron muy bien de precio (670 €/pax). ¡Una excelente elección! Es
importante llamar a la compañía con antelación para reservar asientos, nosotros
lo hicimos unos días antes y por los pelos, casi tenemos que sentarnos
separados.
Siempre
consulto la página www.thebesttimetovisit.com, en la que puedo consultar si es
buena época para viajar al país por cuestiones climáticas.
Para
preparar la ruta, compramos las guías de Tailandia y de Laos de Lonely Planet,
además de inspirarnos en otros relatos tanto de foros de viajeros (www.viatgeaddictes.com / www.guiadetailandia.com /
www.viajerosolidario.com ) como de amigos de nuestro entorno que ya habían
visitado el destino.
Inicialmente,
Tailandia debía tener mayor peso en el viaje pero en el último minuto
(¡literalmente!) nos vimos obligados a modificar sustancialmente nuestra ruta e
improvisar, dadas las terribles inundaciones que estaban azotando el país (http://es.wikipedia.org/wiki/Inundaciones_de_Tailandia_de_2011).
Llevé
400€ en efectivo y no tuve que ponerme ninguna vacuna ni recibir medicación.
Un
par de noches antes de viajar reservamos nuestro alojamiento en Bangkok
(rambuttrivillageinnbangkok.com).
Desarrollo del viaje
25 de octubre. Día 1 del viaje: Madrid- Bangkok.
Efectivamente.
Thai Airways es una gozada: el colorido, las sonrisas de su personal y,
sobretodo, el espacio para las piernas en clase económica. ¡Qué amplitud! Fue
uno de los viajes más cómodos que recuerdo.
26
de octubre. Día 2 del viaje: llegada a Bangkok.
Tras
un vuelo (insisto) muy cómodo, llegamos a Bangkok a las 6.05 de la mañana.
Habíamos leído que se podía ir al centro en transporte público pero optamos por
coger un taxi oficial fuera de la estación. Es fácil y nada engorroso, hay un mostrador
con una señora que te pregunta donde vas, escribe la dirección en tailandés en
un papel y se lo entrega al taxista.
Lo
primero que me impresionó al salir del aeropuerto fue el bochorno. La humedad
era insoportable. Para mis adentros, pensé que de ser así todo el viaje, el
hacer de turista se iba a convertir en una ardua tarea.
El
taxi nos dejó en el Rambuttri Village Inn (recomendado en la Lonely Planet y de
gama económica). El trato no fue especialmente amable y la entrada al edificio es
bastante descorazonadora pero en general resultó una buena opción, tiene una
excelente piscina en la azotea y la ubicación, en la zona de Banglamphu (en los
alrededores de la famosa Kao Shan Road) es buena. Se puede llegar a pie a los
principales monumentos (Grand Palace, Wat Phra Kaew, etc), está muy cerca del
río y de la parada de ferry y cuenta con una variada oferta complementaria
(bares, restaurantes y masajes).
Desayunamos
junto al hotel, caro y no muy bueno y decidimos ir de ruta hasta que el jet lag
nos detuviera. Recorrimos el mercado de amuletos (algo decepcionante) y a
continuación visitamos los lugares de interés de Ko Ratanakosin (el barrio que
fue la cuna de Bangkok). Atravesamos el Sanam Luang – zona verde del distrito
real que es como un parque sin árboles- y llegamos al Gran Palacio y al Wat
Phra Kaew, dos de las atracciones más famosas de Bangkok. Me dejaron
boquiabierta. ¡Cuánta belleza junta! No tengo palabras. La sucesión de pequeños
templos es apabullante, a cuál más bello que el anterior. También fuimos al Wat
Pho, con su impresionante buda reclinado de 46m de longitud y 15m de altura y
cruzamos el río Chao Phraya para visitar el asombroso Wat Arum, con su
característica torre de estilo jemer de 82m de altura. Me gustó por ser muy
diferente a los templos anteriores, aunque las escaleras hasta la parte alta se
me hicieron algo largas por el jet lag, pues nuestros cuerpos ya empezaban a
ser víctimas del cansancio y la diferencia horaria. Las vistas desde arriba son
una gran recompensa.
Cansados,
optamos por acercarnos al río y contratar a un barquero una excursión de una
hora por los canales de los alrededores. Valió la pena, pues vimos una parte de
la ciudad y de cómo viven sus gentes muy pintoresca. Eso sí, recomiendo mucha paciencia,
ya que los sistemas de compuertas obligan a detenerse varias veces a lo largo
del recorrido y las esperas se hacen algo largas. Se trata de un paseo puramente
panorámico, pues el patrón no da ningún tipo de explicación.
Regresamos al hotel, caímos rendidos durante
un par de horas y después fuimos capaces de levantarnos de nuevo e ir a cenar
por los alrededores del hotel (un delicioso pad thai). También probamos la
cerveza local (Chang). Rica y barata.
27
de octubre. Día 3 del viaje: Bangkok
Nos
levantamos a las 8.30h, el día era soleado y muy húmedo.
Desayunamos
(300THB) cerca del hotel, un sitio muy mono frente al edificio de la FAO.
Queríamos ir a alguna de las zonas comerciales, así que cogimos un bus (el 15)
hasta el colosal MBK, que nos encantó.
El
tema del bus no es sencillo pero sí súper barato (7THB) y una gran experiencia.
No nos hubiéramos atrevido a cogerlo de no ser porque nos acercamos a una
oficina de información turística próxima al hotel. Allí nos indicaron donde y
cuál tomar. Tuvimos que esperar bastante y aprendimos que hay que abalanzarse sobre
el bus porque si no, no paran. Nos gustó mucho movernos como los locales, lo
recomendamos.
Esa
zona de la ciudad nos fascinó. Siam Center, Siam Discovery y finalmente MBK.
¡Es todo tan futurista! Paramos en el Starbucks del Siam Centre, sus vistas
sobre la vías del skytrain son espectaculares. Recomiendo pararse a tomar algo ahí
para sentarse, mirar a trvés de sus ventanales y absorber bien el ajetreo del
entorno.
Pasamos
horas recorriendo las tiendas. Antes, visitamos la casa de Jim Thompson (100
THB/pax), ¡súper recomendable! Incluye una visita guiada de 35’ y se trata sin
duda de un rincón encantador, un remanso de paz en la urbe y un lugar interesante.
De
vuelta al MBK, comimos en un buffet japonés por 300THB cada uno, ¡nos pusimos
las botas! Ya con la tripa llena, recorrimos algunas plantas del centro
comercial. Hay muchos relojes de imitación (entre ellos, Rolex). Te recomiendo
que si ves alguno de segunda mano (que no de imitación) que realmente te
interese, lo compres porque puede que otro día ya no lo encuentres.
Ya
cuando anochecía, cogimos otro bus hasta el interesante barrio de Chinatown.
Estuvimos paseando por el barrio más de una hora, intentando seguir el circuito
a pie que venía en la guía de viajes y que nos pareció algo confuso. A eso de
las 19h ya no podíamos más, el jet lag
es muy fuerte los primeros días. Cogimos un taxi (50THB) y nos retiramos al
hotel.
Esa
noche nos dimos nuestro primer tratamiento de doctor fish (esos pececitos que
te muerden los pies y se comen tu piel muerta) y masaje de pies de una hora. Lo
primero, un poco extraño. Lo segundo, un gusto.
A
las 22h ya dormíamos, debíamos coger fuerza para un buen madrugón.
28
de octubre. Día 4 del viaje: Bangkok. Noche en Chiang Mai
Este
día fue un poco atípico, ya que cogimos un vuelo a las 6h a Chiang Mai con
Nokair (www.nokair.com). En circunstancias normales no hubiéramos volado a
horas tan intempestivas pero las inundaciones lo cambiaron todo.
Llegamos
a una soleada Chiang Mai con algo de retraso. Tomamos un taxi al centro. No
teníamos alojamiento reservado, así que le pedimos al taxista, que era súper
majo, nos esperó hasta que finalmente conseguimos una doble en la Tri Gong
Residence (www.trigong.com), recomendada
por la Lonely Planet como económica. Fue una buena elección, el dueño fue de
mucha ayuda y estuvimos muy a gusto.
Tras
un breve descanso, recorrimos a pie la ciudad antigua, repleta de templos.
¡Hacía bastante calor!. Visitamos todos los que había en el centro histórico y
nos encantó su ambiente accesible y lleno de vida, aunque sí me pareció algo
más turístico de lo que esperaba. Tuvimos un primer contacto con el estilo arquitectónico
Lanna, como el del Wat Chedi Luang.
Tras
descansar en el hotel, a eso de las 9pm cogimos un tuk tuk a los mercados
nocturnos, donde compramos relojes de imitación (un timo) y cenamos en el food
hall por unos 200THB (práctico pero sin encanto). Regresamos en tuk tuk (60THB)
a los alrededores del hotel. Cervecita y a dormir.
29
de octubre. Día 5 del viaje. Chiang Mai.
A
las 8.10h nos pasaron a recoger para el trekking por el norte de Chiang Mai
(1000THB/pax), que habíamos contratado el día anterior en la recepción del
hotel. Estuvimos comparando y estaba bastante bien de precio.
A
pesar de estar organizado de manera muy modesta, fue divertido. Caminata por la
selva, paseo en elefante, rafting (el equipo era bastante viejo y acabé en el
agua…no muy agradable)
Nos
devolvieron al alojamiento a eso de las 17h. Tuvimos tiempo de reposar y a las
19.15h cogimos un tuk tuk (60THB). Por cierto, ¡con estos siempre hay que
negociar! Son más caros que los taxis.
Nuestra
intención era cenar en el Riverside Bar & Restaurant (www.theriversidechiangmai.com),
muy recomendado. Fue imposible porque no habíamos reservado y acabamos en un
restaurante justo al lado, también con vistas al río y con muy buen ambiente,
en el que comimos como reyes por 1000THB. ¡Baratísimo! Un servicio excelente.
30 de octubre. Día 6 del viaje: Chiang Mai
Visita
a la zona norte de la Ciudad Antigua. La idea era conocer el Parque Nacional
del Doi-Suthep, que incluye, además del parque en si, el templo sagrado de Phra
That.
Por
la mañana visitamos el Wat Suthep (entrada 30THB), fundado en 1383. Es un lugar
muy animado, a veces caótico pero muy recomendable. Había niñas ataviadas
danzando y niños tocando música tradicional. Es un recinto lleno de rincones
por descubrir.
A
continuación, avanzamos 4 km hasta el palacio de invierno de la familia real
(Phra Tamnak Phu Phing). Allí se pueden recorrer sus jardines, contemplar los
distintos edificios y pasear. Normalito.
Por
la tarde, fuimos a visitar el parque. Se halla a 16 km al noroeste del centro
de Chiang Mai. No lo recomiendo. Esperábamos alejarnos del mundanal ruido y
poder pasear en plena naturaleza pero el entorno nos defraudó. Prescindible.
Ese
día conviene decidir cómo moverse, porque los lugares de interés están muy
alejados los unos de los otros. Nosotros lo hicimos en transporte público, unas
pequeñas furgonetas compartidas que circulan con frecuencia. En la casa de
huéspedes nos explicaron cómo cubrir el primer trayecto con el que llegar al
templo, el resto lo vas haciendo por etapas y sobre la marcha. Hay que negociar
mucho cada pequeño trayecto y puede llegar a resultar algo agotador.
31 de octubre. Día 7 del viaje. Jornada en ruta hacia Laos.
Parada en Chiang Rai. Noche en Huay Xay (Laos).
Nos
levantamos a las 8am de un día soleado y muy caluroso.
Os
recomiendo ir a desayunar al Blue Diamond, que estaba a la vuelta de la esquina
de nuestro hotel. Excelente. Por 500THB, tomamos pancakes, el mejor café del
viaje e incluso nos llevamos un take away para el camino.
A
las 10.15, con algo de retraso, nos recogió la agencia para ir en mini van a
Chiang Khong (frontera con Laos). Existen otras opciones para desplazarse más
económicas pero esta fue sin duda un gran acierto. Vehículo espacioso, limpio,
moderno y casi en exclusiva para nosotros (sobraban plazas). Todo por 700 THB
los dos. Además, de camino nos pararon en el templo blanco o Wat Rong Khun,
¡precioso!
Llegamos
a Chiang Khong a muy buena hora (15.10h). El camino fue especial, bañado de una
luz y de unos colores muy vivos. Disfruté dejando atrás el ambiente turístico y
viendo los campos de arroz pasar.
Los
trámites para cruzar a Laos fueron rápidos: oficina en el lado del río de
Tailandia, breve trayecto en barca por 40THB
y oficina de inmigración de Laos. Aquí os recomiendo llevar un foto (si
no, os cobran 40THB por la fotocopia del pasaporte), así como pagar en dólares
(35USD), que es más ventajoso. Lo peor es el calor, sudaba horrores durante las
gestiones.
¡Ya
estábamos en Laos!. Lo primero que me impresionó fue la amabilidad de la gente.
Fuimos
directamente a la BAP Guesthouse, a unos metros del embarcadero. ¡No la
recomiendo! Viene muy publicitada en la lonely planet pero la dueña nos timó y,
por lo que nos contaron, no fuimos sus únicas víctimas.
Si
hacéis la excursión en barco, no se os ocurra reservar con ella la noche en Pak
Beng porque se queda el dinero y no hace la reserva: mejor directamente cuando
bajéis del barco en destino.
Cogimos
una habitación modesta con vistas al río y una cama enorme y cómoda (600THB con
aire acondicionado). No regateamos, así que creo que nos salió algo cara.
Además, no necesitamos el aire, así que hubiéramos podido pagar 100 THB menos
por sólo ventilador.
Reservamos
en recepción la travesía en barco de dos días hasta Luang Prabang (64€/dos pax)
y nos apresuramos a aprovechar los últimos rayos de Sol y recorrer el pueblo.
Nos gustaron mucho ese paseo y las vistas desde el templo en las alturas. Nos
alejamos un poco del centro y pudimos atisbar la vida sencilla de los
lugareños. Un señor mayor, acompañado de un niño pequeño, nos saludó entusiasmado
a nuestro paso dándonos así, sin él saberlo, la bienvenida al país más sincera
de todo el viaje.
Cenamos
en el Riverside houay restaurant. Recomendado en la guía, está junto al río y
es muy agradable. Por 450THB degustamos especialidades laosianas, así como su
cerveza típica: la Lao Beer. Un emblema nacional.
1 de noviembre. Día 8 del viaje: Laos. Travesía en barco por
el Mekong hacia Luang Prabang. Noche en Pak Beng.
Nos
levantamos a las 8.30, de nuevo el día es soleado.
Tras
recoger nuestros sándwiches para el camino y desayunar en la casa de huéspedes
(38.000K) unos huevos revueltos sobre tostadas y café, a las 9.30 nos recoge el
tuk tuk para llevarnos al muelle y embarcar.
El
barco no era cómodo pero creo que tuvimos suerte, porque habíamos leído
historias negativas de barcos que llenan a tope y acaba habiendo un auténtico
motín a bordo por ello.
El
trayecto fue muy bonito. Yo tenía mis dudas, pensaba que quizá se me haría
monótono o pesado pero al final fue bastante inspirador. Te vas cruzando con
lanchas de pescadores, niños chapoteando y búfalos de mar.
Cuando
empezaba a anochecer, paramos para hacer noche en la pintoresca Pak Beng.
Hubiera sido mejor reservar el alojamiento aquí directamente (lo sacas por 200THB=
5 €. Nosotros habíamos pagado el triple).
Nos
alojamos en Pak Beng guesthouse, nada destacable (no tenían agua caliente).
Mejor os alojáis en otro sitio.
Con
nuestros amigos españoles (los conocimos en el barco) fuimos a cenar a un hindú
de la calle principal, que es muy cortita (4,5 euros por persona). Terraza
agradable junto al río.
2 de noviembre. Jornada 9 del viaje: Laos. Día de travesía
en barco por el Mekong. Noche en Luang Prabang.
A
las 7.30h nos levantamos y desayunamos bastante mal y caro en la guest house.
Compramos algo de comida para el trayecto (arroz frito por 30.000k) y
aprovechamos para tomar algunas fotos en los alrededores, las vistas al río eran
preciosas.
El
barco era diferente al día anterior y fuimos más estrechos. A las 10h zarpó con
retraso y nos dejó en Luang Prabang a las 17.30h. El trayecto me pareció más
monótono respecto al del día anterior. Los mejores momentos son las paradas
junto a muelles, los niños jugando y nadando y las gentes observando.
La
llegada a Luang Prabang es algo desconcertante, desde el muelle es algo difícil
orientarse al principio pero, en realidad, el lugar es pequeño y todo está a
mano. Superado eso, sólo te queda dejarte llevar por la tranquilidad reinante.
Luang
Prabang nos fascinó. Uno de los hitos del viaje y un destino al que no me
importaría volver para pasar una temporada.
Tras
peregrinar un poco encontramos alojamiento a la tercera. Habitación impecable
por 10 euros la noche. Tras instalarnos, nos tomamos una cervecita junto al río
(8.000K) y recorrimos el mercado nocturno, que es una pasada. Tiene una
atmósfera mágica y se pueden comprar camisetas, colchas para las camas,
pantalones, etc.
Por
el camino nos zampamos un crepe, durante todo el viaje tuvimos tal vicio con
ellos y con los batidos. Están por todas partes y a muy buen precio, ¡son
deliciosos! Cenamos bien de bufé por 1€ (10.000k) en los puestos callejeros del
mercado nocturno.
Sinceramente,
nuestra primera impresión de Luang Prabang no pudo ser mejor.
3 de noviembre. Día 9 del viaje. Laos. Luang Prabang
Nuestros
objetivos para ese día eran hacer el recorrido a pie por el centro de la ciudad
e informarnos sobre los buses nocturnos a Vientián.
A
primera hora fuimos a visitar el mercado de alimentos. Alegre, colorido y
fotogénico. Luego desayunamos en un puesto callejero (batido y sándwich por
10.000k).
Preguntamos
en varias agencias el tema de los buses. Hay diversas categorías según el grado
de confort. El más cómodo es el sleeping bus pero no circula a diario, así que
nos tuvimos que conformar con el VIP bus (14,5 €).
Siguiendo
con la ruta cronológicamente:
-
subimos al PHU SI
(20.000k). Recuerdo mucho calor y unas vistas excepcionales. La escalinata de
ascenso es preciosa.
-
Visitamos el WAT
XIENG THONG (10.000k), el mejor templo de la ciudad.
-
Paramos a comer
unos deliciosos noodles en un puesto
callejero. Lo mejor, su precio: 1 €.
-
Alquilamos unas
bicis durante un par de horas por 20.000k/persona. Nos alejamos del centro de
la ciudad unos kilómetros y comprobamos que el paisaje va mejorando con la
distancia. Al principio es algo descorazonador pero poco a poco se desvanece el
tráfico y el entorno gana en tranquilidad y autenticidad. Pasamos por BAN XAN
KHONG y regresamos al centro con la puesta de Sol. Un consejo: recomiendo
sentirse segura conduciendo la bici, porque el tráfico es complicado. Yo que no
tengo mucha técnica al principio iba algo tensa, aunque acabé disfrutándolo
muchísimo.
-
De vuelta en el
centro, nos dimos una hora de masaje de cuerpo entero (50.000k=5 euros). ¡Muy
bueno y relajante!.
Para
cenar escogimos un restaurante recomendado por la guía de viaje: el SOMCHANH,
junto al río. No acertamos. Me pareció caro (135.000k/13€) y poco típico. Eso
sí, pudimos probar el alga laosiana, crujiente y rica y el vino tinto de la
tierra, bastante normalito.
4 de noviembre. Día 10 del viaje. Laos. Luang Prabang
Ese
día planeamos hacer una excursión en moto y despedirnos, no sin pena, de Luang
Prabang.
Nos
levantamos a las 6.30h y desayunamos en un pequeño café francés cercano a la
guest house. Por 30.000k nos zampamos una deliciosa tortilla de tomate y
cebolla con un bueno (aunque aguado) café laosiano. Salimos tarde a la calle, a
las 7.00h y para entonces ya había acabado la ceremonia de la ofrenda a los
monjes budistas. Una de las
principales ceremonias de la ciudad es el "Binthabat", los monjes, en
la mañana, recorren las calles de la ciudad, con cuencos, en silencio. Para
ganar méritos, los pobladores de la ciudad, depositan arroz glutinoso, o algún
otro alimento como fruta.
Alquilamos
una moto manual junto al hotel (hay montones de oficinas) por 13€ (lo más
barato). Fue un trasto muy incómodo, ¡y qué decir de los cascos! ¡Qué dolor! Sin
embargo, a pesar de las limitaciones, el paseo fue simplemente genial. Partimos
a las 9 de la mañana rumbo al norte y pasamos 5 horas de excursión en la moto, tan
placenteras para la vista como traumáticas para nuestros traseros. Atravesamos
paisajes rurales, arrozales e innumerables viviendas tradicionales. A las
10.30h hicimos una parada y, en plan valiente, nos pedimos una sopa de fideos
en un bar de carretera, ¡al más puro estilo laosiano! (es su desayuno típico).
Nos
encontramos con muchos signos de que Laos está cambiando a marchas forzadas en
pro de su desarrollo, así que si aun no habéis estado, ¡id cuanto antes!
A
las 14h, de vuelta a Luang Prabang, reservamos el hotel de Vientián y nos dimos otro relajante masaje de una hora.
Cenamos
de maravilla en un puesto del mercado nocturno. Y de postre un crepe de banana
y chocolate por 1€. ¡Son un vicio! A cada paso tropezábamos con uno de estos
puestos callejeros y era muy difícil resistirse.
A
las 18.30h, muy puntual, un tuk tuk nos
recogió en el alojamiento y nos llevó a
la estación de autobuses. Una hora después salió nuestro VIP bus nocturno. ¡Fue
tan incómodo!. Lo único bueno y bastante curioso es que la cena estaba incluida
en el trayecto: una sopa enorme de fideos en un bar de carretera a la 1 de la
mañana. ¡Surrealista pero muy apetitoso!. A pesar de lo intempestivo del
manjar, nadie dudo en zamparse sus noodles y después de 12 horas infinitas de curvas
y baches, llegamos a Vientián.
5 de noviembre. Día 10 del viaje. Laos. Vientián
Por
suerte, ya habíamos reservado el hotel previamente por internet, estábamos
reventados.
La
habitación no estaría disponible hasta las 9h, así que fuimos a desayunar cerca
del hotel, a un café recomendado por la guía, el Croissant D’Or (www.lonelyplanet.com/laos/vientiane/restaurants/cafe/croissant-d-or).
Tomamos un buen desayuno (croissant incluido) por 30.000K (precio europeo).
Aunque
la fachada me pareció bastante destartalada, el hotel es muy recomendable y la
habitación, súper espaciosa.
Al
mediodía iniciamos nuestra ruta bajo un potente Sol. Nos detuvimos a comer
arroz frito con una cerveza (15.000k, normalito) cerca de un punto de interés, la
Estupa Negra.
Durante
la tarde alternamos el recorrido a pie por el centro con paradas en agencias de
viajes para programar cómo regresar a Tailandia. También preguntamos precios
para la visita a la zona protegida de PHU KHAO KHUAY al día siguiente pero
organizado resultaba prohibitivo (150 dólares/persona). Más tarde, en la
oficina de información turística, averiguamos como llegar por libre, en plan
menos cómodo pero mucho más barato.
Al
final, después de algo de agobio y ciertas dudas, reservamos online los vuelos Vientián-
Bangkok para el lunes (140 USD) y el BKK- Krabi con Air Asia por 3.500THB (es
la Ryanair tailandesa, te cobran hasta por respirar).
En
el centro, que se recorre a pie fácilmente, visitamos: el mercado diurno
(curioso) y el centro comercial de Talat Sao (cutre, con prendas de imitación
de muy baja calidad).
A
las 19h nos reunimos con los colegas franceses que habíamos conocido en el
autobús y pasamos la velada juntos, primero en un bar de vinos y después en el
restaurante Kop Chai Deu (www.lonelyplanet.com/laos/vientiane/restaurants/indian/khop-chai-deu,
bastante fashion, probé la ensalada
de papaya y fue deliciosa. Comimos mucho y muy bueno).
En
general, considero que Vientián es caro, los precios se asimilan a los
europeos, es una pena.
6 de noviembre. Día
11 del viaje. Laos. Alrededores de Vientián
Ese
día queríamos visitar el Espacio Protegido de Phu Khao Khuay (www.trekkingcentrallaos.com), el
de más fácil acceso del país. Cuenta con circuitos de senderismo de entre dos
horas y tres días. Nosotros, al no disponer de más tiempo, optamos por una
excursión de unas horas.
La
Lonely Planet destacaba que la mayor atracción de Phu Khao Khuahy son las
manadas de elefantes. Sin embargo, luego supimos que es muy difícil verlos, así
que no os hagáis muchas ilusiones.
Nuestro
reto fue llegar al espacio protegido en transporte público, para ahorrar
dinero. Hasta la aldea de Ban Na fueron
2 tramos de viaje (60.000k cada uno), allí contratamos con un guía local un
circuito hasta la torre de observación de elefantes con comida incluida por
175.000k (negociamos).
La
caminata está bien, aunque puede resultar algo monótona. Y ni rastro de los
elefantes. El encanto de la excursión radica en el contacto con la gente local
y con el hecho de que el guía sea uno de ellos.
Lo
recomendaría, aunque no es imprescindible.
Regresamos
a Vientián en transporte público (furgoneta compartida, 2 trayectos, 50.000k
cada uno).
7 de noviembre. Día 14 del viaje. Laos. Vuelos
Vientiane>Bangok> Krabi> Ferry a Phi Phi. Noche en Phi Phi.
La
jornada fue un poco larga.
El
vuelo partió sin incidencias. El aeropuerto está a 17 km. al sur de la ciudad. Nosotros
preferimos coger un shuttle bus, que va coordinado con los vuelos y que sale
mucho más barato.
En
el aeropuerto nos dirigimos a uno de los mostradores de una de las agencias de
viajes para reservar el alojamiento en Phi Phi. Comprobamos que la disponibilidad
era poca. Tras un par de llamadas fallidas aceptamos una reserva para la
primera noche en el PHITHAROM PP RESORT (phiphiresortphitharom.com). Era cara,
así que la intención era cambiar posteriormente.
A
continuación nos dirigimos al embarcadero de Khlong Chilat, 5km. al norte de la
ciudad. De allí salen los ferries a Phi Phi y a Ko Lanta. Nosotros cogimos el
de las 15h. Puedes comprar el billete al llegar en taquilla.
Esperamos
en una cafetería junto a la estación y recuerdo que estábamos muy cansados,
pues el cansancio se acumula.
El
día estaba tan gris que no pudimos disfrutar del trayecto hasta la isla. El
ferry es muy cutre y entre los pasajeros había muchos musulmanes, inédito hasta
entonces.
La
entrada a puerto es muy bonita, por fin las islas del Sur.
Por
cierto, si vas con reserva, los del alojamiento suelen ir a buscarte al ferry
para acompañarte y llevarte las maletas. Que no os pase como a nosotros, que no
lo sabíamos y fue una pena.
8 de noviembre. Día 13 del viaje. Ko Phi Phi.
Excursión
en barco, con parada en varios puntos de Ko Phi Phi Leh, la más pequeña de las
Phi-Phi, entre ellos la legendaria laguna de Ao Maya.
Cuando
llegamos a la laguna el Sol estaba bastante bajo y no pudimos disfrutar igual
de su maravilloso paisaje ni de sus aguas cristalinas. Un consejo: llegad más temprano.
Me
sorprendió ver qué en la laguna se puede pernoctar, hay tiendas de campaña que
parecían bastante cómodas., valdría la pena intentarlo.
9 de noviembre. Día 14 del viaje. Ko Phi Phi
Nos
levantamos con calma. Desayunamos muy bien en el hotel y nos fuimos a dar una
vuelta y mirar tiendas por Tonsai Village (laberinto de callejones conocido
como pueblo turístico). A cada paso te ofrecen excursiones en barco,
contratamos una de medio día para el sunset
(la puesta de Sol>salida 12.30h>400THB), con visita a la isla grande,
Don, para así no repetir la del día anterior.
Buen
snorkel, aunque vimos menos peces que el día anterior. Tanto el barco como el
personal también fueron peores.
La
parada estrella fue Bamboo Island. Es muy bonita, aunque con la excursión de la
tarde el Sol se va muy pronto. Recomiendo reservar una por la mañana, las vi
con salida a las 8.30h y regreso a las 13h que creo que serían muy acertadas.
Un consejo: mejor llevar equipo de buceo propio, el del barco fue muy cutre y
te puede echar a perder la experiencia.
Tras
contemplar la puesta de Sol, regresamos a puerto. A las 18.30h estábamos de
vuelta en el hotel.
Esa
noche cenamos en el restaurante Grand Bleu, muy recomendable (1.700 THB).
Reserva necesaria. Nos sentamos fuera, es lo mejor. Raciones abundantes, rica
comida y buen servicio. Si pedís el vino, alerta porque sale bastante caro.
En
general, debo confesar que Ko Phi Phi Don me decepcionó un poco. Primero, le
falta ese punto salvaje, es muy difícil escapar a la zona turística). Segundo,
está todo muy sucio, el interior de la isla está llena de basura. Por otro
lado, hay que reconocer la amabilidad de sus gentes.
Acabamos
la noche en los chiringuitos de la playa con una cerveza Chang en la mano.
10 de noviembre. Día 15 del viaje. Krabi
Llegó
el día de dejar las islas y volver a la península.
Nos
levantamos a las 7.30h y brillaba el Sol. Recogimos, desayunamos en el resort y
a las 9h cogimos el ferry hasta Krabi (280 THB). Surcando el mar en calma llegamos
a puerto. Buscamos alojamiento y acabamos en la guesthouse Krabi (450
THB>limpio y bien decorado>barato).
Comimos
en una cafetería del centro frecuentada por gente local. Nos pareció muy barato y recuerdo que los postres tenían
una pinta deliciosa.
En
general, me sorprendió lo barato que es Krabi.
El
centro es más agradable de lo que esperaba, aun así a las 14.30h ya no sabíamos
qué hacer y optamos por alquilar un barco de popa larga para recorrer los
manglares del Mekhong a través de la agencia de viajes que estaba frente a
nuestro alojamiento La chica que nos atendió fue tan amable, que acabamos
reservándole también el taxi al aeropuerto para el día siguiente (250 THB).
Las
dos horas en privado de la lancha nos costaron 800 THB, un capricho que hizo
más amenas nuestras últimas horas en el
sur del país.
A
las 20.30h salimos a la calle para disfrutar de uno de las noches más
especiales de todo el viaje: vivir la fiesta anual del Loi Krathong. Las calles
estaban impresionantemente abarrotadas y repletas de puestos de todo tipo –
comida, ropa, etc.-
Se
trata de una de las celebraciones más entrañables del país, con ella se da las
gracias a la diosa del río por dar vida a campos y bosques y se le pide perdón
por la contaminación. Por todas la vías
fluviales sueltan pequeños barcos hechos a mano (krathong) con hojas de banano
y decorados con flores.
Me
pareció fascinante, me quedé embobada contemplando cómo grupos de personas
aunaban esfuerzos para hacer volar con éxito linternas mágicamente iluminadas.
Muy recomendable.
11 de noviembre. Día 16 de viaje. Bangkok y regreso a España
Nuestro
último día de viaje…
Despertador:
07.00h.
Recogida
del taxi: 07.30h. Salida del vuelo de Air Asia con destino a Bangkok previsto
para las 09.10h. Una vez en la capital, cogimos el air link (90THB/2 pax) y
luego el airtrain (20 THB).
Queríamos
hacer algunas compras y decidimos volver al centro comercial MBK, que nos había
encantado la primera vez. Así pasamos el día, que fue agotador, hasta que llegó
la hora de ir al aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a España.
Conclusiones
Viajar
por Asia es muy barato. Ahora entiendo porque muchos viajantes en su año
sabático se concentran en ese territorio. El presupuesto se puede estirar
considerablemente.
Tailandia
me ha parecido un destino algo irregular, que en una escala de 1 a 10, sería un
7.
Al
ser el primer país que visitaba dentro del sudeste asiático, ciertamente me fascinaron
sus templos y esa atmósfera budista que se respira por doquier. Es un destino
cómodo, seguro, civilizado y con una gastronomía excelente (para mi gusto)
Fueron
muchas las ocasiones en las que me quedó un regusto de frustración, de un
quiero y no puedo, de indefinición, de esperar algo que no llega. Tailandia es
lo que esperas que sea, agrada bastante pero sorprende poco. Si quieres un
viaje más cómodo y fácil, dale más peso a ese país.
Sé
que no descubro nada nuevo al corrobar que Laos es un destino más auténtico. Es
aun bastante rural, aunque vimos atisbos de cambio, de casas tradicionales que
conviven con las de obra, pensadas para ser sus sustitutas. Sus gentes son a
veces amables y a veces toscas. Me quedé con las ganas de visitar la zona norte
de Nam Ha, ese espacio natural protegido especializado en turismo cultural y
medioambiental. Y me hubiera instalado in eternis en Luang Prabang, mi rincón
favorito de todo lo que Laos me ofreció, frente a un Vientián que me decepcionó,
sucio y algo caótico.
Consejos
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Cuando en una misma habitación te den a elegir entre ventilador o aire
acondicionado opta por el ventilador y si, al final necesitas el aire, siempre
estás a tiempo de pagar la diferencia.
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El tiempo fue excelente a lo largo del viaje. Es una buena época para viajar.
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Anochece pronto y los templos cierran temprano. Tenedlo en cuenta a la hora de
programar vuestras visitas.
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Regatead siempre.
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Daos todos los masajes que podáis.
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En todos los foros y relatos se repite hasta la saciedad el siguiente consejo
pero es que ES VERDAD. Hay ciertos timos habituales en Bangkok que conviene
tener en cuenta. Por ejemplo, en la puerta del Grand Palace nos quisieron hacer
creer que estaba cerrado y nos intentaron desviar a otro monumento. También nos
dijeron que en ese momento no se podía pasar porque estaban rezando, cosa que
era mentira. Finalmente, nos intentaron frenar diciendo que no iba
suficientemente cubierta. Pasamos de esa gente y nos fuimos andando hasta la
siguiente puerta de acceso, por la cual pudimos pasar sin problema. Justo al
entrar, me prestaron una falda larga para cubrirme sin coste alguno. Es decir,
¡ignoradles!
También
ese día y por los alrededores, un señor con buena presencia y que decía ser
guía oficial intentó evitar que entráramos en otro templo, diciendo que estaba
cerrado. De nuevo, comprobamos que no era verdad. No hay que fiarse de nadie.
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Ponte spray anti mosquitos. ¡Pican! Sobretodo en las piernas.
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No esperan que dejes propina, así que no les malacostumbres J
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En general, pudimos pagar con tarjeta de crédito a lo largo del viaje, aunque
casi siempre se nos aplicó una comisión de alrededor de un 4%.
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Ves con una lista de las compañías aéreas de bajo coste del país (Tailandia).
Te facilitará bastante las reservas de vuelos que requieras sobre la marcha.